Hay muchos casos en los que se pide al solicitante que comparezca en una Embajada o Consulado de los Estados Unidos para obtener una visa o su tarjeta verde. Los procesos en el Consulado pueden ser lentos, frustrantes y estresantes. Hay muchos desafíos y beneficios asociados con el proceso de visas consulares y los que siempre debe tener en cuenta al solicitar. Cada vez que alguien solicita una visa temporal, de una visa de turista a una visa de inversor, el solicitante debe pasar por un proceso consular en una Embajada o Consulado de los Estados Unidos ubicado en el país de origen del solicitante. En algunos casos, como la visa de transferencias intra-empresa (visa L-1), una solicitud debe ser presentada primero y ser aprobado por el USCIS, antes de programar una entrevista consular en la Embajada o Consulado de los Estados Unidos. En otros casos, como en el caso de un comerciante de convenio o visa de inversor (visas E-1 o E-2), el solicitante puede solicitar directamente a la Embajada o Consulado sin solicitar primero con el USCIS. El Proceso Consular para aquellos que buscan asegurar su estatus de inmigrante permanente a través de un miembro de la familia comienza con la presentación y aprobación ante el USCIS de la Petición por Alien Relative o también conocida como la Petición I-130. Una vez aprobado, el USCIS transfiere el caso al Centro Nacional de Visas (CNV) del Departamento de Estado para coordinar y gestionar el resto del proceso que culminará en el extranjero en un puesto consular. Los principales criterios necesarios para aplicar la residencia permanente a través de un proceso consular son: • Una solicitud familiar para una visa de inmigrante (Petición I-130) debe ser aprobada por USCIS; • Se debe tener disponible una visa para el inmigrante. • El solicitante no debe ser inadmisible a los Estados Unidos.