A veces tratamos de satisfacer esa sed con las cosas que prometen entregar pero llegar a ser espejismos - éxito, la belleza, el poder, el control, y las relaciones que puede parecer una buena fuente de "agua" para nuestras almas sedientas, pero un día nos despertamos y preguntarse por qué nos sentimos tan vacío. De trabajo, las drogas, el alcohol, el sexo, la comida, e incluso el ejercicio puede prometer un alivio inmediato de la soledad, la ansiedad o desesperación. Pero, de repente nos encontramos en la esclavitud de las mismas cosas que se comprometió a hacernos sentir vivos y libres. La Biblia usa una metáfora para describir esta experiencia - roto cisternas. Dios nos quiere dar limpio, el agua que fluye que realmente va a satisfacer, pero que se apartan de su oferta. En su lugar construimos nuestros propios tanques de agua. Terminamos recoger la escorrentía y el barro para beber. Dios dice que nuestros tanques de agua son siempre defectuosa. Se filtran, y el agua que tratamos de almacenar hasta es rancio y turbia.