El presidente Donald Trump, anunció este miércoles un plan de recorte de impuestos que calificó como “el más grande que haya habido en la historia” de los Estados Unidos de América.
En un discurso ante trabajadores en el estado de Indiana, el inquilino de La Casa Blanca ofreció detalles de la reforma al sistema de impuestos que es una de sus grandes promesas de campaña.
Enmarcado en el nuevo esquema, que entre las principales reducciones para las familias, la propuesta de Trump que ha sido duramente criticada por los demócratas, dice que los primeros US$12.000 que gane cada persona de forma individual serán libres de impuestos. Continua planteando que los primeros US$24.000 de ingresos ganados por una pareja también serán libres. De esta manera continua con el proyecto de marcar tres topes de impuesto sobre la renta para los trabajadores, dependiendo el monto de sus ganancias: 12%, 25% y 35%.
La escalada continua con la eliminación del impuesto sobre las herencias mientras para las personas solteras o casadas la deducción sería casi del doble de la que actualmente está en vigor: US$6.350 para personas solteras, y US$12.700 para las parejas casadas.
Para las empresas los principales beneficios que plantea la reforma están marcados por una reducción de la carga impositiva a las grandes corporaciones de 35% a 20%. Un cambio en la tasa máxima ubicándose en 25% para las entidades de paso, como las sociedades de responsabilidad limitada.
Una gran parte de los economistas están escépticos y desestiman este nuevo plan mientras que advierten que puede traer un aumento de millones de dólares en la deuda del Estado durante los próximos 10 años. El Tax Policy Center, una organización independiente de investigación en asuntos tributarios, calculó que la recaudación caería en US$6,2 billones en una década y que la deuda aumentaría en US$7,2 billones.
De igual manera que la reforma al plan de cobertura médica popularizado como Obamacare, la reforma a los impuestos constituyó una de las principales promesas de campaña del actual mandatario estadounidense. Mientras, los demócratas creen que este plan beneficia mucho más a los ricos.
El senador Chuck Schumer planteó que este plan beneficia al 1% de los estadounidenses que tienen más ingresos y por otra parte generará una enorme brecha en la recaudación.
Fuentes: www.mundohispanico.com