Es usual en la mayoría de las personas no prestar atención a las etiquetas que vienen en las frutas, verduras, hierbas y frutos secos que están en venta en el supermercado, sin embargo es muy importante que puedan detenerse y analizar su significado. Normalmente buscamos los productos más económico en los Supermercados y Bodegas Latinas hay gran variedad de productos y con bajos costos, si usted aprende a identificar estos códigos puede cuidar su salud y también ahorrarse lo que gastaría en doctores luego de haber sido afectado por frutas y vegetales que fueron cultivados convencionalmente o genéticamente modificados, ya que su consumo puede provocar enfermedades del Riñón y del Hígado .
En 1990 La Federación Internacional para los Estándares de Productos (IFPS) desarrolló el código PLU (Price Lookup, por sus siglas en inglés) y ha sido utilizado en los supermercado con el objetivo de facilitar el control del inventario de los productos frescos y sin procesar; este código sirve para distinguir cuál de estos productos son cultivados de forma tradicional o si es un producto de cultivo orgánico.
Los códigos contienen cuatro o cinco dígitos para identificar los productos frescos basándose En 1990 La Federación Internacional para los Estándares de Productos (IFPS) desarrolló el código PLU (Price Lookup, por sus siglas en inglés) y ha sido utilizado en los supermercado con el objetivo de facilitar el control del inventario de los productos frescos y sin procesar; este código sirve para distinguir cuál de estos productos son cultivados de forma tradicional, genéticamente modificado o si es un producto de cultivo orgánico.
Gracias a este sistema es fácil reconocer la manera en la que fueron cultivadas las frutas y los vegetales. Para lograr identificarlos usted solo tiene que saber que:
Orgánicos Comienzan con el numero 9
Cultivados Convencional Comienzan con el numero 4
Genéticamente Modificados Comienzan con el numero 8
Quién es quién?
Orgánico: Todas aquellas que son cultivadas sin el uso de fertilizantes, pesticidas o cualquier otro elemento químico para su producción; además de esto, no pueden ser modificadas genéticamente. Todo esto con la intención de evitar que esas sustancias nocivas para la salud se filtren en los alimentos y lleguen al organismo de las personas. Aunque un poco más cara y más difícil de encontrar comer frutas y vegetales orgánicos es lo mejor que podemos hacer por nuestros cuerpos.
Convencional: Los frutos y vegetales cultivados de forma convencional, son tratados con diferentes elementos QUÍMICOS -que en teoría son regulados por las autoridades y no hacen daño a la salud humana- que los protegen contra las plagas y que además pueden aumentar su tiempo de vida, para que se descompongan de forma mucho más lenta y se rentabilice su ganancia. Muchas naciones como los E.U son altamente dependiente en productos cultivados de esta manera y probablemente representan una gran mayoría de las frutas y vegetales que consumimos cada día. Los alimentos cultivados de forma convencional son los más económicos y accesibles y representan el 80% de las frutas y vegetales que encuentras en los supermercados y bodegas latinas. Simplemente porque está barato no significa que sea lo mejor.
Genéricamente Modificada: Los alimentos modificados genéticamente son alimentos a los que se les han modificado sus rasgos genéticos hereditarios, añadiéndoles otros materiales genéticos. Este material genético les imparte características deseables, tales como menos reblandecimiento, mejor color o sabor, o cambios de los mismos, mayor resistencia a las enfermedades de la planta, u otras características. Estos alimentos son generalmente los más grandes, jugosos y atractivos por sus colores brillantes. La producción y cultivo de frutas y vegetales genéticamente modificados es bien controversial ya que la industria que los produce, compañías como Bayer y Monsanto alegan que son sanos y no representan peligro al cuerpo humano mientras tanto varios studios realizados por universidades y doctores alrededor del mundo prueban que estos alimentos estimulan el crecimiento de células cancerígenas. La controversia es tan grande que 38 países alrededor del mundo no permiten el cultivo de alimentos modificados genéticamente.