El presidente Donald Trump declaró la crisis de opioides en la nación como una: “emergencia de salud pública”. Esto forma parte de su estrategia para combatir el abuso de analgésicos recetados sobretodo heroína y fentanilo.
Kellyanne Conway, consejera de la Casa Blanca, ha sido nombrada directora de opioides del gabinete.
El Fiscal General Jeff Sessions anunció el nuevo papel de Conway y dijo que la Casa Blanca ha convertido la problemática en una prioridad. Mientras el presidente Trump prometió combatir la crisis de salud de varias maneras, incluida la promoción de una masiva campaña antidrogas.
Es fundamental que todo el rigor del gobierno federal, con cada departamento del Gabinete determinando su papel en la crisis, participe en la lucha contra la epidemia, dijo Tom Coderre, ex funcionario de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias del HHS de la administración Obama.
El Centro para el Control de Enfermedades (CDC) estima que 91 estadounidenses mueren a diario por muertes relacionadas con opiáceos, y estudios recientes sugieren que las muertes relacionadas con los opioides son sufren un considerable subregistro estadístico.
Según los expertos en el tema; esta declaración de emergencia de salud pública tardó en llegar. Sobre todo teniendo en cuenta que esta persuadiría a los legisladores para asignar más fondos para combatir la adicción a los opiáceos.
No abundan los detalles específicos sobre la declaración de Trump -y el plan de Hargan- nisiquiera cuando se trata de fondos adicionales. La organización sin fines de lucro Altarum, comunicó que el HHS podría determinar qué fondos federales ya tienen los estados y posiblemente permitir una mayor flexibilidad en el gasto.
Armados de esta declaración, los funcionarios podrán implementar una mejor estrategia con los trabajadores estatales y federales. Gestionar el otorgamiento de subsidios para desempleados y asignar mejor financiamiento para programas de VIH o SIDA así como proporcionar tratamiento de abuso de sustancias a ciertos grupos de personas.
El público Estadounidense se está expresando cada vez más respecto a la epidemia de opioides Pero la Declaración de Emergencia Nacional crearía reconocimiento y conciencia en todo el país que esta epidemia necesita ser atacada con todas las fuerzas y medios posibles justo ahora.
La declaración del problema como Emergencia de Salud, puede generar conciencia y despertaría la percepción de riesgo de los estadounidenses sobre esta epidemia.
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Con información de: www.foxnews.com