Los niños víctimas del “bullying” en quinto grado serían más propensos a sentirse deprimidos y experimentar con drogas y alcohol en la adolescencia que los que no padecen ese hostigamiento, según sugiere un nuevo estudio realizado en Estados Unidos.
Los autores siguieron a 4.300 estudiantes desde quinto grado, cuando tenían 11 años. En décimo grado, el 24 por ciento bebía alcohol, el 15 por ciento fumaba marihuana y el 12 por ciento, tabaco.
Ante una mayor frecuencia de abusos físicos y emocionales en quinto grado, había una mayor posibilidad de padecer depresión en séptimo grado y de consumir sustancias durante la adolescencia.
“Recurrimos a la hipótesis de la automedicación para comprender por qué el hostigamiento de pares induce el consumo de sustancia en el tiempo”, dijo la autora principal, Valerie Earnshaw, investigadora especializada en desarrollo humano y estudios de familia de University of Delaware, Newark.
“Esto sugiere que la gente consume para aliviar sentimientos dolorosos o controlar las emociones. Los jóvenes víctimas del ‘bullying’ se sienten mal o perciben síntomas depresivos y usarían sustancias como las drogas y el alcohol, para tratar de sentirse mejor”, agregó.
Su equipo analizó información de tres encuestas realizadas entre el 2004 y el 2011 a alumnos de escuelas de Houston, Los Ángeles y Birmingham, Alabama.
Al inicio, en quinto grado, el 10 por ciento dijo que había sido víctima del “bullying”. Esto era más común en los niños con enfermedades crónicas, las minorías sexuales y los varones.
En séptimo grado, casi el 2 por ciento de los estudiantes tenían síntomas de depresión.
En décimo grado, el abuso de sustancias era más común en los participantes que alguna vez habían mencionado el “bullying” y la depresión.
El estudio no es un experimento controlado para demostrar que el hostigamiento causa depresión o que los problemas de salud mental inducen el abuso de sustancias. Otra limitación es el uso de las respuestas de los adolescentes para determinar la frecuencia del “bullying”, la aparición de los síntomas depresivos o el consumo de sustancias, según enumeraron los autores.
¿Qué hacer si mi hijo es víctima de bullying?
Existen numerosas señales de alerta que pueden indicar que alguien se encuentra involucrado en una situación de acoso escolar, ya sea como acosador o como acosado. Reconocer las señales de alerta es un primer paso importante para actuar contra el acoso escolar. No todos los niños que son acosados o que acosan a otros piden ayuda.
Es importante hablar con los niños que evidencian señales de ser acosados o de acosar a otros. Estas señales de alerta también pueden poner de manifiesto otros problemas, como la depresión o el abuso de sustancias. Hablar con el niño puede ayudar a identificar la raíz del problema.
Cuando tú, tu hijo o alguien cercano está siendo acosado, se pueden tomar varias medidas para resolver la situación. Asegúrate de entender qué es acoso y qué no es acoso, y las medidas que se pueden tomar para prevenir y responder ante el acoso, por ejemplo, cómo tratar el tema del acoso con los niños, cómo prevenirlo en las escuelas y comunidades y cómo apoyar a los niños involucrados.
Luego de consultar esta información, si siente que ya ha hecho todo lo posible por resolver el problema y nada ha funcionado, o alguien se encuentra en peligro inminente, siempre hay formas de obtener ayuda:
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Fuentes: https://es-us.noticias.yahoo.com; http://www.univision.com