Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Droga es: toda sustancia que introducida en un organismo vivo ya sea por inhalación, ingestión, intramuscular, o endovenosa, es capaz de actuar sobre el sistema nervioso central, originando una alteración física y/o psicológica, la experiencia de nuevas sensaciones o la modificación de un estado psíquico, y que posee la capacidad de generar dependencia y tolerancia en sus consumidores.
El consumo de las drogas provoca la aparición de diversas enfermedades, daños, perjuicios y problemas orgánicos y psicológicos, algunas de estas enfermedades son Hepatitis, Cirrosis, Trastornos Cardiovasculares, Depresión, Psicosis, Paranoia, etc.
Los adictos suelen padecer una amplia gama de trastornos psicológicos, como estados de ánimo negativos e irritabilidad, actitudes defensivas, pérdida de autoestima e intensos sentimientos de culpa.
La adicción suele provocar la aparición de variados síntomas físicos incluyendo, trastorno del apetito, úlcera, insomnio, fatiga, entre otras.
Los adictos a drogas, con frecuencia se ven envueltos en agresiones, desorden público, conflictos raciales, marginación, y más.
La persona ya no es capaz de mantener relaciones estables y puede destruir las relaciones familiares y las amistades. Puede provocar que la persona deje de participar en el mundo, abandonando metas, trabajo, escuela y su vida gira en torno a las drogas destruyendo lo que le rodea. También se ven afectadas las personas que rodean al adicto a las drogas, especialmente las de su entorno más cercano, como la familia y amigos.
El uso de las drogas puede llegar a ser muy caro, llevando al adicto a destinar todos sus recursos para mantener el consumo, incluso a sustraer los bienes de su familia y amigos.
Por otro lado el alcoholismo es una enfermedad adictiva, que consiste en el excesivo consumo del alcohol, contenido en vinos, cervezas, sidras, cognac, vodka, ginebra, etcétera, que tiene como característica la falta de posibilidad del individuo de abstenerse del consumo de esas bebidas alcohólicas, que son las que contienen etanol.
El nivel de va aumentando y se necesita cada vez más alcohol para lograr el efecto deseado, que es generalmente evadirse de los problemas cotidianos o lograr un efímero placer. Si se logra reprimir el consumo se sufre el síndrome de abstinencia.
Lo que comienza a veces como un juego entre amigos, o como un medio de aliviar un pesar se transforma paulatinamente en un problema de salud que puede ocasionar graves enfermedades hepáticas, como la cirrosis, causada por la acumulación de grasas en el hígado en forma continua, pues el alcohol dentro del hígado se transforma en lípidos o grasas, que matan las células hepáticas. También ocasiona intoxicaciones, náuseas, vómitos o hemorragias internas, deterioros neurológicos, insuficiencia cardiaca, problemas respiratorios, y consecuencias en los hijos de mujeres alcohólicas, que nacen con bajo peso y menos defensas. Los niños de padres alcohólicos tienen muchos más posibilidades de contraer esta enfermedad.
La falta de control sobre sus acciones que provoca el alcohol, produce generalmente conductas inadecuadas, como posibilidades de accidentes automovilísticos, y pérdidas de responsabilidades tanto personales, como familiares o laborales, que van sumiendo poco a poco a la persona en el aislamiento y la depresión.
La desintoxicación del paciente es fundamental, pero se necesita mucha contención para superar el período de abstinencia, lo que requerirá el tratamiento conjunto de médicos y psicólogos.
Estas adicciones pueden ser tratadas y lograr que desaparezcan si las personas que sufren de la adicción al alcohol y/o a las drogas, caen en las manos correctas, busque Centros de Tratamiento de Adicciones en listaslocales.com o llame al 1-844-229-6963 las 24 horas del día.
Fuentes: http://deconceptos.com