Las redadas de migrantes centroamericanos con orden final de deportación tras perder sus casos de asilo, comenzaron a inicios de enero en Carolina del Norte, Georgia y Texas. Las autoridades del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) detuvieron a 121 personas, de las cuales 77 fueron deportadas a países como Honduras, Guatemala y México. Recientemente, el ICE avisó que entre mayo y junio se estaría llevando a cabo una nueva ola de detenciones contra migrantes indocumentados que durará un periodo de 30 días. Su objetivo principal: madres y niños centroamericanos a quienes se les ha avisado que tienen que irse de Estados Unidos por haber cruzado sin autorización.
Esta situación está generando pánico entre las comunidades inmigrantes de todo el país; aunque las fuentes informan que se evitará la detención de personas en lugares sensibles como colegios, hospitales y templos, excepto en circunstancias de emergencia. Se considera que las redadas que ocurran serán, en su mayoría, en las casas de las familias a quienes ya se les ordenó su expulsión, por lo que quedarse en casa para evitar el arresto no es una buena estrategia. No obstante, si los agentes del ICE hacen una redada en su casa, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés) da los siguientes consejos:
Por otra parte, Gillian Christensen, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS por sus siglas en inglés), insistió que las redadas reflejan las prioridades establecidas en noviembre del 2014. Entre ellas se encuentran: quienes se consideren una amenaza a la seguridad nacional, de la frontera o pública (terroristas, personas involucradas en espionaje, criminales, pandilleros, entre otros); personas con largo historial de violaciones de inmigración, quienes hayan cruzado la frontera recientemente (después del primero de enero de 2014 –los migrantes centroamericanos); personas que han sido multadas por manejar con un nivel de alcohol en sangre superior al permitido por la ley (DUI por sus siglas en inglés), cargos por violencia doméstica, explotación sexual, robo y cualquier delito que tenga más de 90 días como penalidad de cárcel; y los Inmigrantes con una orden final de deportación en o después del primero de enero de 2014.
De manera gradual, los diversos grupos pro-inmigrantes de una amplia coalición a nivel nacional que de manera sistemática ha exigido el cese de las redadas y deportaciones, han ido manifestando su absoluto rechazo a los planes de ICE. Marielena Hincapié, quien es la directora ejecutiva del Centro Nacional de Leyes de Inmigración (NILC por sus siglas en inglés), ha afirmado recientemente que EEUU afronta una crisis “humanitaria”, para la cual “las redadas de estilo militar no son una respuesta”. Precisamente en la página web del NILC, aparece publicada en español valiosa información de alerta, preparación y protección en relación a esta creciente ola de redadas de inmigración (https://www.nilc.org/raidsalertesp2016-html).
(Con información de Univisión, National Immigration Law Center y La Opinión)