La perspectiva de ir a un concesionario a comprar un carro nuevo es bastante abrumadora Para muchos de nosotros, es la segunda compra de mayor valor que hacemos en nuestra vida, sólo superada por la compra de una casa. Con tanto dinero en juego, hay que armarse con la mayor cantidad de información posible. Tomar nota de estos consejos le podrían ahorrar miles de dólares en la compra de su próximo vehículo.
Primero aunque parezca obvio debes tener claro qué auto estás buscando. Básate en la necesidad de ahorro de combustible, capacidad, espacio, cantidad de asientos para pasajeros y precio. También ten en cuenta lo que deseas en cuanto a rendimiento, aspecto, comodidades y confiabilidad. Concéntrate en unos pocos vehículos, lee reseñas y usa las herramientas de internet para ir reduciendo la lista. Una vez que tengas a los candidatos definitivos, haz pruebas de conducción de esos candidatos o réntalos. Si haces la prueba de conducción en un concesionario, no te dejes seducir por el proceso de compra. En este momento, solamente estás evaluando los vehículos. Con la prueba de conducción, deberías decidirte por uno. Y a partir de allí empieza todo el proceso pero debes andar con cuidado.
Una vez que hayas elegido el vehículo que quieres, escoge la versión que tenga las prestaciones y las opciones indispensables para ti. Visita el sitio web de la marca y navega a la parte de prestaciones y precios. Arma el auto según las especificaciones que desees. Así obtendrás el precio de venta al público sugerido por el fabricante, más los gastos de envío de la fábrica al concesionario. Visita sitios web de terceros, para averiguar el precio de factura. Cuando llegue el momento de comprar, mantente fiel a la versión que hayas escogido. Ten presente que quizá debas hacer un pedido especial para conseguir exactamente lo que deseas.
Cuando hayas elegido el modelo y las opciones, envía un mensaje de correo electrónico a algunos concesionarios de la zona y pide un presupuesto por ese vehículo con esas características precisas. Establece plazos así se dan cuenta de que tienes intenciones reales de comprar. Para este paso también puedes usar servicios de internet, como los enlaces “solicitar un presupuesto” de sitios de internet y otros sitios exclusivos de precios como TrueCar.com. Es posible que alguno de esos concesionarios te haga una buena oferta para que te decidas por él.
Vete armado con comprobantes del mejor presupuesto que hayas conseguido a tu concesionario preferido e inicia las negociaciones. El concesionario se verá forzado a igualar o mejorar ese precio. Si este lugar está cerca de donde vives o trabajas, lo mejor es que les compres a ellos, para comodidad tuya y porque si eres cliente, estarán más dispuestos a ayudarte con cuestiones de servicio técnico. Además, usa el tiempo en tu favor: compra cuando lo desees, no cuando lo necesites, y ve al concesionario a fin de mes cuando los empleados estén intentando cumplir con sus objetivos de venta.
Cuando estés en el concesionario, no te dejes dominar por la emoción de comprar un auto nuevo. Sí, casi seguro que el vehículo que estés considerando comprar será mucho más vistoso que el que usas ahora. El olor del interior nuevo es embriagador y la idea de ir a alardear ante tus amigos parece seductora. No dejes que te invadan las emociones y muéstrate imperturbable. El proceso de compra es agotador, pero no te decaigas ni te entusiasmes demasiado antes de cerrar el trato.
Cuando investigues en internet, encontrarás el precio de factura del vehículo que hayas escogido. Por lo general, ese es el precio que el concesionario paga a la fábrica. Sin embargo, hay otros factores que se deben tener en cuenta, como las retenciones y los estímulos de fábrica, que reducen el precio que paga el concesionario. Una buena regla práctica es intentar comprar por el precio de factura. Pero no te quedes conforme. Intenta pedir un precio inferior al de factura. Busca hasta un 10% menos que el precio de lista. Es posible que no logres mejorar el precio de lista en el caso de modelos nuevos con mucha demanda, pero podrías incluso mejorar el precio de factura para modelos menos pedidos o con gran volumen de producción.
Con demasiada frecuencia, la gente compra según la cuota mensual, no el precio final. Si durante las negociaciones te quejas de que el pago mensual es alto, es posible que te ofrezcan extender el plazo de la financiación para reducir la cuota, llevándolo a seis o hasta siete años. Lo más probable es que termines pagando más en total y agregues uno o dos años al plan de pagos. Piensa en el precio total, no la cuota mensual.
Si en algún momento durante la negociación sientes que no estás obteniendo un precio justo, vete. Puedes irte a almorzar o bien irte para no volver. Si un vendedor piensa que realmente tienes decidido a comprar y que están cerca de llegar a un acuerdo, es probable que haga lo que sea necesario para cerrar el trato. Lo necesario podría ser llamar a tu casa más tarde o incluso perseguirte para que no cruces la puerta. Debes saber que cuando dicen que es su mejor precio, no siempre es así. Si puedes, vete, piénsalo bien y luego regresa. Podrías encontrarte con una rebaja de varios cientos de dólares.
Una vez definido el precio, el vendedor te dirá que pases por la oficina de finanzas para completar la transacción. Este no es momento de bajar la guardia. Antes de ir al concesionario, averigua en tu banco sobre créditos para la compra de automóviles. Busca otras ofertas en internet. Compara las tasas con las que te ofrece el concesionario y escoge la mejor. Hasta incluso puedes negociar la tasa de financiación. Si la tasa parece alta, sugiere que te bajen un punto porcentual. Es probable que el gerente de financiación te diga que no, en especial si tu historial de crédito no es el mejor, pero podrías obtener entre un cuarto y medio punto porcentual de reducción de tasa.
También es parte del trabajo del gerente de finanzas intentar venderte algo más, como extensiones de garantías, protectores de pintura, trabas para las ruedas, paquetes de protección de neumáticos y llantas, alfombrillas y otros artículos accesorios. Debes ser astuto, estar atento y no dudar en decir que no. Si te interesa la extensión de la garantía, lo mejor es optar por una garantía de fábrica en lugar de una de terceros. Y hay que tener en cuenta que también son negociables. Pide que te rebajen el precio
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Con información de www.msn.com